‘Un clásico es un clásico’
Y así es. Jaime ortiz Villa, piloto privado, ha llevado en su sangre tal pasión por los autos que desde hace 31 años se volvió un amante de los clásicos y antiguos, eso sí –aclara- de los verdaderamente clásicos, no de aquellos a los que les arreglan dos o tres cositas y terminan teniendo “un ‘pichirilo’ bonito o engallado”. Su historia comenzó en bogotá cuando en el año 73 se corría la Copa renault. “Los concesionarios del país teníamos que tener un r-4 en competencia y la primera carrera fue en la escuela militar, después en las plazas de mercado, algunas pista aéreas y en los sitios más ilógicos y menos adecuados pero no había dónde más”. recuerda el capitán que aquellos autos eran acondicionados y con la aparición de la Copa Marlboro tocó acudir a lo mejor de la malicia indígena hasta lograr motores de 7.000 rpm con capacidad de levantar hasta 180 kilómetros por hora.
De piloto a coleccionista Jaime ortiz se hizo piloto de pruebas, trabajó en una ensambladora y fue asistente de la dirección técnica de ensamble. “allí aprendí todo lo hay que saber sobre aviones a pistón y turbo hélice y allí compré mi primer clásico un Ford thunderbird modelo 1957 que me costó un millón de pesos hace 31 años”. A partir de ese momento empezaron los encuentros, desfiles y contacto con otros aficionados y su pasión por arreglar carros. tal vez su mayor anécdota gira en torno a la forma como se pudo hacer a un Ford Fairlane 500 modelo 57.
“Un buen día compré una chatarra que estaba botada en un potrero. allí vivían dos indigentes y un perro, que durante muchos años fue su casa. Yo quería unas piezas y me tocó negociar todo el carro y empecé a reconstruirlo durante 6 años. Compré cuanta chatarra me aparecía para sacarle piezas, otras las traje de Estados unidos hasta que pude terminar el Ford Fairlane. “Esto es lo que hace que el valor de estos carros sea tan elevado porque el desgaste y la dedicación no tiene palabras. En este carro aún tengo el recuerdo del perro porque la palanca de cambios está toda mordida, no la he querido cambiar para tener un recuerdo de dónde salió este carro”, dice.
Listos para el desfile
“Muchas veces es mejor un carro original no reconstruido, con sus partes gastadas pero en buen estado porque esto demuestra que ha estado muy bien cuidado y esto sí le da valor al carro para una negociación”.
El capitán Ortiz es la persona encargada de organizar el desfile de autos clásicos y antiguos que se cumplirá el próximo 13 de septiembre en el marco de la Feria de Bucaramanga. “El 13 de septiembre todos los que tengan un carro que clasifique está bienvenido con el amparo de la Fundación Tejiendo Dignidad sin ánimo de lucro y como único objetivo de ayudar a los niños discapacitados y de escasísimos recursos. Nos ponemos a la disposición oír y recibir cualquier consejo y ayuda para este fin en los telefax 6711470 o 6711403”.