La 54 sigue como en los 60
El barrio Antiguo Campestre conserva una cuadra que casi se ve igual a como fue construida en los años 60.
Un recorrido por las casas bumanguesas que aún permanecen, si bien no intactas pero sí parecidas a como se les conoció hace algunos años, nos llevó al barrio Antiguo Campestre.
Allí, en la calle 54 entre carreras 31 y 33, hay varias viviendas consideradas modernas y que tienen una historia que contar.
Gilberto Camargo Amorocho contribuyó en este recorrido por este bonito sector de Bucaramanga que, según dijo, “tiene la particularidad que aún mantiene la arquitectura moderna de los años 60”.
Sobre su arquitectura Camargo Amorocho indicó que para la época “apareció el estilo de la placa aligerada, con muro de carga o elementos estructurales en concreto armado. Se enfatizó el respeto al espacio público en una dimensión armónica, en especial el aislamiento anterior y el posterior, donde los seis metros eran infalibles según la norma vigente, jardín, andén y antejardín”.
Su exterior mostraba elementos dignos de resaltar y del cual este personaje recuerda que en “todas les sobresalía el balcón como sitio de control, atender el cartero, conversatorios y comunicación o diálogos de familia”.
De sus terrazas también hay detalles e historias. Por ejemplo, que éstas eran hechas en placa plana y “hacían que la integración de cuadra también se hiciera por terceros niveles, inclusive hasta la historia del ladrón que atravesó toda la cuadra corriendo por todas esa cubiertas planas”.
Esta cuadra de Antiguo Campestre se caracterizó por albergar importantes personajes de los cuales da cuenta Gilberto Camargo Amorocho.
“Durante su periodo como gobernador a principios de los 60, construyó su casa Francisco José Calderón; unas casas más abajo vivió el Contralor Departamental Gustavo Duarte Alemán y par décadas después su hijo menor Juan Carlos Duarte Torres, primer Gobernador elegido popularmente”.
Esta cuadra ha sido igualmente reconocida por albergar la fuente de soda, ‘Magará’. Recuerda Amorocho que era el lugar de convergencia del vecindario. “Allí hacemos aún las tertulias y en diciembre los nostálgicos encuentros del recuerdo. Hoy todavía recordamos a Doña Maruja de Ramírez con sus famosos perros calientes y proteínicos emparedados”.
De esa época quedan anécdotas inolvidables que seguramente muchos vecinos del sector pueden guardar en la memoria.
Como “cuando se tuvo de vecino a la familia Celin de Barranquilla, el señor era piloto de fumigación y todos los días cuando venía de su trabajo en las horas de la tarde para que fuera su esposa a recogerlo al Aeropuerto Gomez Niño, pasaba la avioneta a escasos metros de la cuadra para dar aviso de su arribo. Todos en la cuadra gritábamos: “Llegó Don Pedro, Doña Martha” y salía un desfile a recibirlo”, rememoró Camargo Amorocho.
Diversas familias dejaron huella en este lugar empezando por quienes ocupaban las casas de Cavipetrol de los ex gobernadores. Asimismo Nicolás Camargo y Susana Amorocho o don Ricardo Ruiz y doña Beatriz Alarcón.
De allí se recuerda a las familias Castellote, Páramo, Cadena, Rocha, Gutiérrez Castillo, Ro-cha Perez, Arciniegas Domínguez, Ariosto Rodrí-guez, Pinzón, Duarte Cen-teno y González, entre muchas otras.
El próximo año esta cuadra del sector cumplirá 45 años de haber tenido su primer vecindario y en palabras de este Especialista en Arquitectura Hospitalaria y Educación Ambiental, es un “faro del desarrollo de la zona que aún se resiste al cambio de uso de suelo que ya el entorno presiona. Diez familias aún dan testimonio de ello”.
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