Los artífices del Festivalito

Cuatro santandereanos convierten en realidad, cada año, el sueño de muchos de vivir el ‘Festivalito Ruitoqueño de Música Colombiana’.

Cuando nació el Festivalito Ruitoqueño de Música Colombiana, nadie estaba esperando que se convirtiera en un evento cultural de la magnitud e importancia que hoy tiene en la región y el país.

La razón es que fue producto de la casualidad, se creó como una reunión de amigos que terminó congregando a un buen número de amantes de la música colombiana, quienes con su cariño lo hicieron crecer.

Esto no sería posible si cuatro santandereanos no estuvieran comprometidos y decididos a compartir el gozo de escuchar a tantos intérpretes.

Carlos Acevedo, Luis Carlos Villamizar, Puno Ardila y Fernando Remo-lina son los que cada año dan vida al Festivalito Ruitoqueño, un evento que todos quieren disfrutar, patrocinar, organizar y en el que quieren presentarse.
Luis Carlos hace parte del Comité Organizador desde la primera versión, cuando conformaba el equipo con Carlos Acevedo y Manuel Rey. Este último se retiró y más adelante se vincularon Puno y Fernando.

Según dijo, los cuatro tienen en común esos genes familiares con tinte musical, pues sus padres interpretaron diferentes instrumentos y tomaban parte en reuniones que tenían la música como eje central.

Sus áreas de trabajo sí son diferentes. Él por ejemplo se dedicó a las ventas y la administración y combina su labor como asesor de seguros con la de gestor cultural. Es el director de la Fundación Armonía.
Carlos Acevedo es ingeniero electricista de la Universidad Industrial de Santander y es el anfitrión del Festivalito, porque en la finca de su familia, ‘Villa Leo’, se realiza el encuentro.

Sobre Acevedo, Luis Carlos es enfático en afirmar que si tuviera que hacer un escalafón de quién quiere más el Festivalito el primero sería él, un lugar en el cual sólo podría empatarlo su propia madre quien tiene un especial cariño por el evento.

A Fernando Remolina lo describe como un pedagogo musical, un maestro e intérprete de cuanto instrumento pasa por sus manos.

Remolina es compositor, director de agrupaciones musicales y también el creador del Festival Universitario de Música Colombiana que se realiza en la Universidad Pontificia Bolivariana, UPB.

Por su parte, Puno Ardila es comunicador social egresado de la Universidad Javeriana, sociólogo de la Universidad Nacional y especialista en Educación para la Cultura de la Universidad Antonio Nariño. También es docente de Taller de Lenguaje en la Universidad Industrial de Santander y tallerista de esta universidad y de Comfenalco Santander.

Fue invitado a hacer parte de este equipo en 1998, cuando era delegado de Funmúsica para los Santanderes.

Un festival muy particular

En palabras de Puno Ardila “el Festivalito es la fábrica universal de los abrazos, es la declaración universal del afecto. El Festivalito es una actividad única en su género en el país: se participa por amor, sin competencias ni búsquedas de algo distinto de compartir lo que se tiene a partir de la música y los valores propios”.

Y en aras de ese compartir y de la armonía que se respira, el Festivalito ha logrado que agrupaciones de todo el país estén atentas a las convocatorias para poder participar.

Para Luis Carlos Villamizar el certamen ha convertido a Bucaramanga en al “capital de los abrazos”. Es un evento que une a los santandereanos y es motivo de orgullo regional.

Este año llega a su decimonovena versión y durante este tiempo son muchas las anécdotas que han podido recogerse en su historia.

Puno, por ejemplo, recuerda que “con Fernando Remolina, fuimos acompañantes del maestro Gilberto Bedoya, quien nos propuso tres temas que repasamos con juicio antes de la presentación. Cuando estábamos subiendo al escenario, dijo que iba a cambiar dos temas, y nos dijo cuáles, y cuando estábamos recibiendo los aplausos del segundo, decidió comenzar otro tema (Boquita salá’, de Pacho Galán), sin avisarnos”.
El evento tiene otras particularidades, como el hecho de que el Comité Organizador está conformado por un número par de integrantes y aún así pueden ponerse de acuerdo.

Además, Festivalito que se respete está pasado por agua y a pesar de la lluvia o del frío el público permanece atento hasta el final.

El éxito de esta actividad cultural tiene muchos matices y se debe en parte a la calidad, la comodidad y el afecto que se le imprime.

Para Puno Ardila vale la pena apostarle a este y otros proyectos culturales porque “si el pueblo colombiano tuviera identidad, entendería que debe defender nuestros valores; si el pueblo colombiano conociera nuestra música, amaría sin duda y sin temores lo que produce nuestra patria. Si el pueblo colombiano fuera como los colombianos que vamos al Festivalito, Colombia sería ideal”.

El grupo de apoyo

El Festivalito cuenta con “el mejor grupo de apoyo”, del cual se mencionan sus nombres de pila: Kike, Roberto, Rafael, Carlos Fernando, Juan Carlos, Eugenio, Mary, María del Pilar, Nestor y Carlos….Ese grupo de apoyo maravilloso.

Algo de historia

La idea del Festivalito surgió cuando el dueto ‘Germán y Gustavo’ no fueron seleccionados para participar en el Festival del Mono Núñez.

La historia, publicada en la página web del Festivalito, cuenta que “un amigo entonces comentó en broma y en serio: “Vamos a desagraviarlos con una tertulia musical, a modo de otro concurso, en mi finca”. Otro dijo: “Yo pongo tres camuros”. Y el último: “Ya que existe el Festival Mono Núñez, pues hagamos “El Festivalito del Churco Rey”, en celebración del cumpleaños de Manuel Enrique Rey Sanmiguel.

Se hizo una reunión en la cual participaron por lo menos 20 amigos y quedó en el ambiente el deseo de repetirla el próximo año, como ha ocurrido hasta ahora.