¿Qué ha pasado con el lote abandonado de la carrera 39?

Por: Edward Grimaldos Gómez

Cerca de un mes cumple Gustavo Niño y su mamá, la señora Isbelia Orozco de Niño, sin poder habitar tranquilamente su vivienda ubicada en la carrera 39 con calle 42, luego de que uno de los muros de la parte izquierda de su casa se desplomara y las demás paredes registraran pronunciadas grietas.

La razón de dicho desplome obedecería al debilitamiento del terreno, causado por la excavación que se hizo hace cerca de 20 años atrás en el lote vecino para construir lo que sería un edificio residencial que nunca se culminó. Esta situación obligó a la familia Niño Orozco a desalojar su hogar, ante el inminente riesgo que corrían.

“Tuvimos que desalojar. Mi mamá está viviendo en la casa de una de sus hijas, y yo me quedo con algunos familiares, aunque a veces me quedo en las noches aquí para cuidar la casa”, comentó Gustavo Niño, propietario.

Esta situación también reactivó la preocupación en los residentes de las casas y edificios aledaños, quienes temen que con el tiempo el terreno siga cediendo y pueda causar una tragedia mayor, afectando edificios e incluso las mismas calles.

“Ese lote está vacío hace mucho tiempo y está inundado por las lluvias, hecho que pone en alto riesgo las áreas vecinas, pues está desestabilizando todo el terreno de la zona. Además, la cantidad de vegetación y aguas represadas han hecho que proliferen los mosquitos y ratas”, expresó Esperanza Cruz Solano, vecina del sector.

Es por eso que la familia Niño pide que alguien les responda por los daños a su propiedad, mientras que los demás vecinos de este terreno claman a las autoridades competentes para que se realice una intervención pronta que le dé estabilidad a las construcciones vecinas y a su vez les regrese la tranquilidad.

Los antecedentes

De acuerdo con la información de los vecinos, la historia de ese lote comenzó en 1997, cuando el señor Henry López Muñoz (q.e.p.d) compró la casa ubicada en la carrera 39 con calle 42 para demolerla y construir un edificio residencial.

“El señor Henry compró la vivienda que ocupaba la manzana completa, de la carrera 39 a la 39A, la demolió y al poco tiempo empezaron las excavaciones para la construcción del edificio. Para esa época él se comprometió con mi padre, quien era el dueño original de la casa, a levantar un muro de contención, pero eso nunca sucedió”, agregó Gustavo Niño.

Algunos años después y tras la realización de algunos trabajos previos, la construcción se detuvo de manera inesperada y nunca se retomó.

“El señor se fue por un tiempo y nadie sabía que pasaba. Todos esperábamos que la obra fuera intervenida por la Alcaldía, pues los trabajos estaban paralizados, atentando contra el plan urbanístico de la ciudad, pero nadie hizo nada”, agregó otra de las vecinas.

Al regresar del que al parecer sería un viaje al exterior, el señor Henry López se declaró en quiebra y la Superintendencia de Sociedades tuvo que entrar a intervenir la empresa que había consolidado para la construcción del lote.

“El señor adelantó en la Superintendencia de Sociedades un proceso de liquidación, ya que su empresa ya no era viable. Dentro de esos trámites se determinó que el único bien que existía para responderle a los acreedores era precisamente ese predio. Por eso se le adjudico una parte a cerca de 30 entidades y personas naturales”, explicó Marcela Ogliastri, ex Superintendente de Sociedades y quien conoce en detalle el proceso legal.

Ese proceso se terminó por cumplir hace poco más de cuatro años atrás, casi a la par del fallecimiento de Henry López, tiempo durante el cual el lote permaneció intacto, convirtiéndolo en un pequeño bosque en el que proliferan zancudos y roedores.

Las acciones judiciales

La Familia Niño Orozco asegura que hace cerca de 10 años, justo después de percatarse de las primeras grietas en su vivienda, interpusieron una querella ante la Inspección de Policía, pero en su momento “no prosperó”.

Eso los llevó a que tiempo después tuvieran que interponer una acción de tutela en la que pedían se les garantizara el derecho a una vivienda digna. Sin embargo, en esa ocasión el juez falló en su contra por referirse a un tema privado, alegando que ese no era el mecanismo adecuado.

Por tanto, recientemente optaron por interponer una nueva acción judicial en contra del Municipio para que les brinde una solución a él y a sus vecinos.

“En este momento estamos pidiéndole a la Alcaldía que haga algo, pues ellos deben intervenir un terreno que no está cumpliendo con las condiciones del Plan de Ordenamiento Territorial. Estamos a la espera de una respuesta del juez, en la que esperamos se nos falle a favor y se haga algo”, concluyó Gustavo Niño.

Hablan propietarios del lote

De acuerdo con la Oficina de Instrumentos Públicos de Bucaramanga, dentro de los 30 propietarios se incluyen 22 personas naturales a las que el señor Henry les adeudaba dinero por algún servicio prestado, y 8 empresas con personería jurídica entre las que se encuentran la Cámara de Comercio de Bucaramanga, CCB; la Electrificadora de Santander, Essa; la Dirección Nacional de Aduanas e Impuestos, Dian, el Municipio de Bucaramanga, entre otras.

Sobre el tema, Dimas Sampayo aseguró que es propietario del 13% del lote, que le fue adjudicado como forma de pago por los servicios que desde su profesión de abogado le prestó a Henry López, y manifestó que adelanta una “demanda en proceso divisorio radicado” con el cual pretende reclamar su parte correspondiente.

“A ese lote no se le ha podido meter mano porque ha sido muy difícil poner de acuerdo a todos los propietarios, empezando porque seis de ellos no aparecen. Por ese motivo recurro a esta instancia para que sea un juez el que ponga en venta la propiedad y se haga la distribución de manera justa, de acuerdo al porcentaje de propiedad”, expuso Sampayo.

Por su parte, reconoció la falla que este terreno genera en el sector, pero alegó que para él y los otros 29 propietarios no es justo asumir los gastos de un problema que ellos no causaron.

“A nosotros nos dieron ese lote para solucionarnos la deuda, pero nosotros no somos los responsables de lo que sucedió, al fin de cuenta somos unas víctimas más, que solo pedimos se nos devuelva lo nuestro”, aseguró Sampayo.

Lo que esperan es que un juez les permita vender el terreno a una empresa interesada en construir lo más pronto posible, con el fin de parar los daños que este baldío pueda seguir ocasionando.

De otro lado, representantes de entidades como la Cámara de Comercio de Bucaramanga y la Dian, informaron que fueron acreedoras de un pequeño porcentaje dentro del terreno, debido a deudas que el propietario original tenía con ellos.

“La Cámara de Comercio tiene poco menos del 1% dentro de esa propiedad, que le fue adjudicado como parte de la deuda que el señor Henry López tenía por una matrícula mercantil”, señaló Mónica Leal, jefe de prensa de la CCB.

Caso parecido ocurre con la Dian, organismo al que se le adeudaban impuestos de tipo comercial.

Al preguntarles sobre posibles soluciones, estas organizaciones aseguraron que esperarán que se dicte una medida judicial que les permita conocer cuál es el mejor camino para proceder.

“Sabemos que hay una tutela en marcha por lo que esperaremos la respuesta del juez para saber cómo actuar”, manifestó Doris Inés Barón Pinilla, directora (e) de la Dian – seccional Bucaramanga.

Diferentes procesos judiciales se adelantan en la actualidad con relación a este lote. Los propietarios del predio y sus vecinos están a la espera de una respuesta que les ofrezca soluciones a todas las partes involucradas.

¿Qué dice la  Alcaldía de Bucaramanga?

La Alcaldía de Bucaramanga reconoce que tiene derecho a parte del terreno, y asegura que en el momento están dando respuesta a la tutela interpuesta por los propietarios de la vivienda afectada.

Dicen que les van a pedir a los accionantes recurrir a otro medio judicial como la querella, para poder solicitar se haga una intervención.

“El Municipio está manejando esta situación como un propietario, mas no como un ente externo, pues si se mira desde el punto judicial no tendríamos autoridad para intervenir en una propiedad privada.

“Reconocemos que somos propietarios y debemos apropiarnos del tema, pero una acción de tutela no es el mecanismo apropiado para solicitar que los propietarios nos reunamos a buscar soluciones. Por eso en nuestra respuesta a la tutela le pedimos al juez que invite a los accionantes a usar el recurso de la querella para que la inspección de Policía nos obligue a resolver”, agregó Clarena Reyes, secretaria (e) del área Jurídica de la Alcaldía de Bucaramanga.

Advirtió que es un proceso en el que los dueños actuales deben asumir la responsabilidad de acuerdo con el porcentaje que les corresponde, pues ese predio ahora es de su propiedad.

“Si se interpone la querella se nos obligará a hacer un estudio de suelo, con el cual se permita conocer cuál es la mejor manera de solucionar los problemas causados. Se buscará hacer un consenso entre los propietarios, de no llegar a acuerdos el municipio deberá asumir los costos de manera solidaria y luego revisar el cobro con los demás dueños”, manifestó la funcionaria.