Paseadores caninos: a reglamentarse
Edward Grimaldos Gómez
Las mascotas son un miembro más de la familia, por lo tanto su bienestar es importante para sus dueños.
Por eso, los paseadores de caninos surgen como una buena opción para brindarle al animal momentos de esparcimiento y ejercicio necesarios, que en ocasiones el dueño no puede brindarle.
No obstante, para algunos ambientalistas confiar el cuidado del perro de la familia a un paseador es una situación de cuidado, así como lo es “dejar un bebé en manos de una cuidadora de niños”.
Es por ese motivo que el ambientalista y defensor de los animales, Orlando Beltrán Quesada, hace un llamado a la comunidad que contrata este tipo de servicios para que verifique la idoneidad de la persona que se hará responsable de su mascota durante el tiempo del paseo.
“Debe ser una persona que cumpla con un requisito primordial y es el del amor por los animales. Además, debe tener conocimientos básicos en el tema de primeros auxilios animales, así como conocimientos sobre razas y psicología animal”, expresó el ambientalista.
El ambientalista santandereano entregó una serie de recomendaciones que un paseador de perros debe seguir, con el fin de ofrecerle un recorrido de calidad al animal.
– Un paseador no debe llevar más de 6 perros en la misma mano.
– El grupo de perros a pasear debe estar conformados por animales de tamaño, edad y estado físico similar.
– El paseador no debe obligar a un perro dominante a juntarse con un can de alto grado de vulnerabilidad o temor. Esto, teniendo en cuenta que puede ser motivo de angustia en el perro de raza vulnerable.
– El paseo debe ser adecuado en términos de tranquilidad y seguridad. Es decir, en sitios como zonas verdes.
¿Quién regula esta labor?
Habitantes del barrio Cabecera del Llano aseguran que en ocasiones han sido testigos del maltrato al que son sometidas algunas mascotas por parte de los paseadores de perros, al no existir una norma que regule la prestación de este servicio.
“He visto casos en los que un paseador saca hasta 14 animales de diferentes razas y tamaños en un solo recorrido. Esto no solo complica el manejo de los animales y la recolección de sus heces, sino que hace que los animales no disfruten del paseo de forma adecuada, y les produzca estrés”, aseguró Trinidad Flórez, residente del barrio Cabecera del Llano.
Y aunque es un oficio que toma fuerza en Bucaramanga, en la actualidad no existe ningún tipo de norma en el ámbito nacional o local que reglamente esta actividad.
La única ciudad del país que ha contemplado la posibilidad de reglamentar esta labor ha sido Bogotá. Desde el año 2010 al 2017, se han interpuesto seis proyectos ante el Concejo Distrital que buscan normatizar esta actividad, y aunque solo uno fue aprobado en septiembre del año pasado, a la fecha no se ha logrado la reglamentación.
De acuerdo con Beltrán, la entidad que intenta dar los primeros pasos para que esta labor se reglamente en forma adecuada en Bucaramanga es La Asociación Defensora de los Animales y la Naturaleza, Adan.
“Es muy importante que en la reglamentación que se haga de este oficio se cumplan unos perfiles psicológicos y requerimientos en las personas que la desarrollan. Esta reglamentación debería ir de la mano de la implementación de centros de capacitación aptos para quienes quieran dedicarse a este oficio”, agregó el ambientalista.
Un ejemplo que se podría implementar
En México existe la aplicación WeDogs, la cual permite enlazar a los paseadores con dueños de perros que no tengan el tiempo suficiente para sacar a pasear a su mascota. Funciona con solo pedir un paseo; llega la notificación al paseador más cercano, quien acepta y va al domicilio del solicitante del servicio.
El usuario puede ver en tiempo real el recorrido de la mascota vía GPS, y en todo momento puede comunicarse con el paseador.
A través de esta app, el pasador puede ver los paseo agendados de la semana o tener solicitudes en tiempo real, se puede ver el perfil, el número de paseos dados, el tiempo recorrido y los minutos a pagar.
¿A dónde denunciar?
En caso de que usted sea testigo de maltrato animal por parte de un paseador de perros, puede hacer su denuncia ante la Policía Ambiental, entidad capacitada para atender y tramitar las respectivas denuncias.
El trabajo que actualmente tiene en materia de atención a toda clase de delitos ambientales es muy grande. El artículo 59 de la Ley 84/89 también permite que entidades dedicadas a la protección animal también tramiten estas denuncias.