Elija el vino de acuerdo con el momento y la compañía
Bien se ha dicho que el vino es una de las bebidas más alegres y sociables. Y si a lo anterior le suma esa conexión con sus cinco sentidos, el plan es magnífico.
El oído se conquista con el sonido propio del vino cuando cae en la copa de cristal. Con la vista observa los colores de la uva en ese hilo que se forma en el orillo de la bebida. Su olfato se anima a descubrir los aromas frutales o amaderados que le hablan de su origen. Con el tacto mantiene la copa, mientras su gusto se prepara para catar los taninos de la uva.
Pero volvamos al momento y la compañía. Qué interesante sería que usted eligiera su próximo vino teniendo en cuenta el momento. Simplemente quiere llegar a casa después de una jornada de trabajo y tomar una copa de vino después de la ducha. Usted es su propia compañía y hay una cepa especial para ese momento.
La música también influye; un estudio realizado en Escocia determinó que un Merlot va muy bien con una canción como ‘Sitting on the dock of the bay”, de Otis Redding; un Chardonnay con “Rock DJ”, de Robbie Williams; un Cabernet con ‘Carmira murana’ o ‘Honky Tonk woman’, de The Rolling Stones.
Enólogos del mundo estuvieron en Bogotá disfrutando de Expovinos 10 años, e invitaron a los lectores de Gente a pensar en la compañía para elegir la cepa perfecta. ¿Qué botella elegir para una persona dulce, que se caracterice por un aroma especial o que le impacte visualmente como ese tono rubí del vino?
Necesitará un vino intenso.
El primer vino puede ser un tinto, para la noche. Ideal un Malbec. “Un vino te pone a hablar más y sientes una gran conexión.
El vino se creó para acompañar la comida o los momentos”, agregó Carolina Tolerier de Wines of Argentina.
Si es una cena que incluye ostras, la elección puede ser un espumoso, un rosado, y después un Pinot Noir. Estos son más suaves para acompañar pescados frescos.
María Isabel Mijares de la Real Academia de Gastronomía explica que el vino debe aportar alegría, placer, satisfacción.
“El vino es una bebida inteligente pero ante todo divertida, con casi mil componentes químicos naturales”.
Es una bebida amistosa que combina con comer, por eso no se debe separar de la comida.
“También para esos momentos felices, como el nacimiento del nieto, hay que ir por unas botellas. Un vino debe acompañarnos, y tener en cuenta también con quién estaremos brindando. Hay vinos para cada momento, para cada lugar y para tomar con cada persona. No debemos responder solo con qué comeríamos este vino sino con quién. ¿Y en momentos tristes?
“Mi abuelo fue uno de los hombres más importantes de mi vida y el día que murió sufrí mucho y me acompañó un vino; no estaba celebrando, pero me acompañó un vino tinto sola, después de llorar lo indecible”, dijo.
Aurelio Montes, enólogo de vinos Montes explica que su concepto va más hacia el Feng shui. Las botellas reposan en barrica con canciones de cantos gregorianos de fondo.
¿Por qué? Misticismo pero también para darle alegría a quienes trabajan en la fabricación del vino.
Esto, con el fin de llevarle esas energías también al consumidor final. Puede elegir algunas botellas como Alto de las hormigas de Argentina, o un italiano, en sus versiones tinto y rosado, de la gran variedad de vinos Montes.
“Un vino noble es ese que te hace latir el corazón, te hace sentir a gusto, te da felicidad. Para una cita romántica se recomienda iniciar con burbujas que están asociadas al placer o coquetear con un vino blanco Chardonnay, o uno rosado de Montes y luego escalar por los tintos, Malbec, Cabernet, o Carmenere, y terminar con burbujas si se quiere”, explica Francisco Baptista de Doble vía vinos nobles.
Para un buen libro, música y su propia compañía.
Carolina Tolerier de Wines of Argentina recomienda un aperitivo, un vino suave, muy fresco en boca, que no requiera de una cena. Si hace frío un vino tinto, más tánico; si hace calor puede elegir un vino blanco como un torrontés, o un rosado, un espumoso.