Jóvenes sin control
¿Hasta cuándo habrá que esperar para que las autoridades y el gobierno le pongan coto al tema de los desmanes de algunos grupos de jóvenes en la ciudad?
¿Será necesario que haya muertos para que por fin se den cuenta de que el tema se desbordó hace rato y se salió de control?
Lo sucedido en los últimos días en varios puntos del área metropolitana no solo deben prender las alarmas en su máxima expresión sino que debe invitar a todos los estamentos de la sociedad a ponerle control a la situación.
En Cabecera se hace ya insostenible el funcionamiento de ciertos negocios donde pululan los jóvenes armados de cuchillos y navajas que terminan formando escándalos y grescas salvajes en la propia carrera 33. Además, intimidan a los vecinos y hacen sus necesidades en las paradas y andenes del lugar sin el menor recato.
En Cañaveral, todos los sábados en la tarde grupos de 50 y 60 muchachos se toma literalmente las calles y los alrededores de los centros comerciales. Van en busca de generar caos y desorden. A veces son citados por otros grupos para agredirse mutuamente.
Dicen algunos celadores y policías consultados que ellos no pueden hacer más que correrlos del lugar, pues pareciera que para ellos no existe ley.
Esos mismos grupos juveniles son lo que tienen prácticamente sitiado el sistema de transporte masivo, donde roban, atracan o se enfrentan a cuchillo con resultados como el del fin de semana que dejó ya un herido de consideración.
¿Cómo controlar esta situación? Ese es un tema que debe preocupar a toda la comunidad, desde el seno de la familia, pasando por las instituciones educativas, autoridades civiles y de policía.
Es hora de ponerle remedio a una situación que cada día se hace más compleja.
Editor Gente de Cabecera ([email protected])