Control a los borrachos
Por Fabio Peña / Editor Gente de Cabecera
Erradicar viejas prácticas como el consumo de alcohol en nuestro medio es prácticamente una utopía.
Además de los grandes dividendos que la comercialización del licor deja en la empresa privada, su consumo entre nuestra sociedad, además de estar muy arraigado, llena las arcas del Estado que paradójicamente utiliza el dinero para invertir en salud y educación.
Sin embargo, lo que no es imposible y sí muy viable es evitar que esos consumidores de alcohol tomen el volante de los autos y se maten o causen daños a terceros.
Las imágenes que últimamente están pasando los medios de televisión han conmovido al país, pese a que son hechos que han ocurrido hace mucho tiempo pero que no tenían la prensa que tienen ahora.
Uno de esos informes mostraba recientemente que en Bogotá existen herramientas para contrarrestar o por lo menos controlar a los borrachos al volante. Uno de esas opciones es utilizar el servicio de conductor elegido por medio de las aseguradoras (no tiene costo); otro es que negocios como bares presten este servicio a sus clientes y el tercero es instalar medidores de alcohol en los mismos bares y discotecas para que los clientes sepan si están o no en condiciones de manejar.
¿Por qué no implementar estas medidas en el área metropolitana de Bucaramanga?
Si a la labor de las Direcciones de Tránsito, que debe seguir siendo muy estricta en el control de las calles, le sumamos pegadogía y le enseñamos a la gente a utilizar el servicio de conductor de las aseguradoras, se evitarán muchos accidentes y se podrían salvar muchas vidas.
Además, si las compañías de taxi se unen al programa y se asocian con los bares se pueden obtener buenos resultados.